Nuestro estilo de vida es el causante de la degradación del medioambiente.

 

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A la degradación del medio ambiente contribuye el ciudadano con su forma de vida actual

La mayor contaminación por metro cuadrado está en las ciudades junto con la mayor hipocresía. Demasiados coches, motos, polígonos industriales, grandes centros comerciales con calefacción o refrigeración (según estaciones) excesivamente alta, piscinas cubiertas climatizadas, centros deportivos cubiertos, pistas de patinaje a base de energía,  Todo un entorno artificial muy urbanita y muy poco sostenible en un planeta de recursos finitos donde la energía fósil lo hace todo posible 

Otro foco de contaminación y este con mucha influencia son las TV que nos muestran presentadoras de programas informativos o de entretenimiento en pleno invierno como modelos de la próxima campaña de primavera-verano. Éstas TV para subsistir tienen que venderse a las grandes industrias contaminantes, reírles sus desmanes y difundir bulos para poder seguir cobrando su cuota de publicidad engañosa, invitándote a un consumo insostenible


Imagen Crea Cuervos

Cada temporada modelitos de ropa nueva, el de la temporada pasada a la basura

La ‘fast fashion’, las compras compulsivas de prendas que apenas durarán unas semanas

compramos ropa de forma compulsiva, por impulso consumista cuando tenemos en el armario, ropa y calzado infrautilizados y en perfecto estado. Quizá, incluso, sin estrenar. Los textiles sintéticos (poliéster, nylon, poliamida…), por ejemplo, liberan microplásticos al ser lavados, que acaban en el mar.  marcas poco éticas, que no garantizan las condiciones laborales aceptables para sus trabajadores (la mayoría mujeres) y, sobre todo, que no respetan los derechos humanos. Y no es necesario que contribuyas a la explotación animal para vestirte. La compra online no es ni bueno ni malo, pero caemos en la tentación de comprar ropa de varias tallas y modelos, para elegir tranquilamente y devolver lo que no queramos o no nos guste. Piensa en la huella de carbono de todos esos envíos innecesarios (embalajes, transporte…).



Salidas de fin de semana, puentes y vacaciones a la otra punta del mundo

En el ocio o disfrute de los días libres quemamos CO2 como si no existiese un mañana, nunca mejor dicho. 

¿Nos hemos parado alguna vez a pensar que el simple hecho de movernos ya deja huella e incluso tiene un impacto negativo en el medio ambiente? Los medios de transporte necesitan energía y el resultado de su uso siempre es una gran cantidad de CO2 que se emite a la atmósfera. El turismo global genera un 8% de las emisiones GEI que provocan el cambio climático

Cada vivienda es un almacén de productos químicos

Aseo personal, limpieza de la vivienda, todo envasado con plástico y envases de usar y tirar, etc.…

Los productos de limpieza pueden ser tan nocivos como el tabaco

El aire de casa puede estar hasta 10 veces más contaminado que el aire de la calle, y el 4 % de los casos de asma se relaciona con los productos de limpieza. La mayoría de los productos de limpieza que se utilizan en el hogar contienen ingredientes capaces de dañar ecosistemas e, incluso, la salud de los seres humanos.  Estudios de prestigiosas universidades han puesto de manifiesto que el aire del interior de los hogares puede estar incluso más contaminado que el exterior.

Hoy en día existen entre 120.000 y 150.000 sustancias químicas sintéticas con las que convivimos a diario, y aunque se hayan estudiado cada una de ellas a nivel individual, poco se sabe de su “efecto cóctel”. Por eso el paradigma de la toxicología está cambiando y ya se ha demostrado que exponerse a dosis muy pequeñas de forma prolongada en el tiempo no sólo no es bueno, sino que puede llegar a resultar peligroso para nuestra salud. Sin embargo, conocemos poco sobre su impacto a largo plazo y su posible conexión con enfermedades crónicas, como el asma o la dermatitis

Te das cuenta de lo absurdo del estilo de vida que llevamos, cuando te paras un poco y lees algo, como por ejemplo; este artículo

Para poder llevar éste estilo de vida, hacemos cosas tan absurdas como; conducir hasta el gimnasio para pasarse una hora corriendo en una cinta o una bicicleta estática; dejar de comer carne pero consumir productos que provienen de la otra parte del planeta y envueltos en tres capas de plástico; una hamburguesa vegetariana pero hecha con mucho aceite de palma… ¡venga va! ¿Estamos tontos?  o que nos ocurre

y así podíamos seguir y seguir... hasta llegar a la alimentación la base energética que sostiene nuestra vida… Como es tan importante el tema lo dejamos para un artículo propio sobre la ALIMENTACIÓN

Se trata de pararse a pensar, muchas veces las elecciones no son fáciles.

Cambiar los hábitos e intentar incorporar en nuestra rutina actividades con menos impacto es difícil y supone un esfuerzo. No se trata de dejar de consumir unos productos para comprar otros que tengan un certificado. Hay que leer, informarse, leer etiquetas y en muchas ocasiones enfadarse con la humanidad. Se echa en falta el poco apoyo institucional al respecto y esto tiene mucho que ver con la falta de activismo, por ejemplo, a la hora de elegir a nuestros representantes, votar en consecuencia a nuestro estilo de vida.

Se trata de pararse a pensar y muchas veces las elecciones no son fáciles.

Pero antes de volverte loco piensa que cada gesto cuenta y que no hace falta ser perfecto, sino coherente (en la medida de lo posible). Ponte pequeñas metas y piensa en ello como un reto no como una obligación.

Te invitamos a participar en este Blog de la forma que quieras, escribiendo un artículo, aportando en los artículos que publicamos, comentando tu punto de vista y sobre todo difundiendo este Blog. Comenta con tu familia, amigos y en el trabajo. Pasa a ser “ACTIVISTA” ser activista es simplemente comenzar a hablar del tema que ocupa la REGENERACIÓN de la vida.

Haz lo que digo, pero no lo que hago

Detrás de este Blog hay personas en proceso de aprendizaje que cometen errores día sí y día también. Nos gustaría ser consecuentes con nuestras ideas las 24 horas del día, pero en este mundo eso es muy complicado y la fuerza de voluntad tampoco nos acompaña siempre.

Este post es, más que una guía una reflexión. Nunca hemos pensado que nuestras opiniones sean las mejores ni que hagamos las cosas siempre bien, pero nos gusta escribir de las cosas que nos inquietan, y de nuestro desasosiego este artículo.

Y tú, ¿cómo reduces tu huella de carbono? Ya sabes que somos todo oídos: cuéntanoslo en un comentario :-)

 

 

 

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